La consolidación se consigue en los años sesenta, cuando la Cooperativa gana el segundo concurso de la recogida en Barcelona para los siguientes 25 años. Es entonces cuando se crea la sociedad TIRSSA, encargada de la eliminación de los residuos generados en el Área Metropolitana acumulados en el vertedero del Garraf. En los años ochenta, ya en franca expansión, se constituye Concesionaria Barcelonesa para extender los servicios a otros municipios.
La expiración del histórico contrato con el Ayuntamiento de Barcelona en 1999 obliga a replantear el proyecto empresarial, que acabará saliendo fortalecido de este proceso. En el año 2000 entra en vigor una nueva contrata para el mantenimiento y el vaciado de las papeleras de Barcelona, y un año más tarde comienza la limpieza de grafitis en la ciudad. El proceso de diversificación comienza con la compra de la empresa Hidrojet gracias a la cual se abre una nueva unidad de negocio: la limpieza industrial en empresas. Durante los años siguientes, la Cooperativa pasa a llamarse Grup CLD, nace la sociedad ATR para efectuar la selección y el tratamiento de residuos industriales, y se constituye AMVER, entidad que controla el cumplimiento de los requisitos medioambientales exigidos a las empresas. El compromiso con la sostenibilidad se convierte en un pilar en esta nueva etapa.
El impulso definitivo llega en el año 2007, con la entrada de COMSA Corporación, en el accionariado de CLD. En 2009, el renovado Grup CLD —con una actividad diversificada y presencia en decenas de municipios catalanes y andorranos— firma un nuevo contrato con el consistorio barcelonés para encargarse de la recogida de residuos y la limpieza viaria de los distritos de Horta-Guinardó y Nou Barris.
En el año 2013 CLD y Concesionaria Barcelonesa se fusionan en una sola empresa: Corp CLD
El grupo empresarial Sorigué, referente en los sectores de la construcción, los servicios, la tecnología y la ingeniería del agua, compra Corp CLD en el año 2016.
Esta constante evolución no ha hecho olvidar los valores fundamentales y la vocación de servicio de este potente grupo, todo lo contrario: ahora más que nunca, CLD trabaja en las mejores condiciones para garantizar la satisfacción de los ciudadanos y el respeto del entorno.